REDUCIR, RECICLAR Y UTILIZAR RECURSOS RENOVABLES: ILIP FIRMA SU COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL

Desde la producción de r-PET 100% con ciclo cerrado hasta el diseño ecológico de bioplásticos, pasando por los embalaje inteligentes que reducen el despilfarro, las soluciones de la empresa protegen el medio ambiente.

VALSAMOGGIA (BO, 20 de agosto de 2019) – El compromiso concreto de ILIP con la sostenibilidad ambiental guarda relación con las “3 R”. La empresa del grupo ILPA, líder europeo en la transformación de plásticos, ha redactado el documento de compromiso con la sostenibilidad (Sustainability Pledge) que contiene las acciones concretas que la empresa ha puesto en marcha para proteger el medio ambiente y los objetivos que se compromete a alcanzar en el futuro. Este enfoque integral y objetivo del tema pasa por las “tres R”: Reducir, Reciclar y Recursos renovables.

“Reducir” significa disminuir el uso de plásticos mediante embalajes de menos peso y grosor, pero también limitar el desperdicio de alimentos protegiéndolos a lo largo de la cadena de suministro. La palabra clave es “fit4purpose”, que implica utilizar el embalaje adecuado para cada producto con el fin de minimizar el uso de plástico sin alterar las prestaciones.

“Reciclar” quiere decir recuperar la materia prima plástica tras el consumo y transformarla en embalajes nuevos de r-PET mediante la fabricación de embalajes de PET 100% reciclado y la gestión de toda la cadena de suministro para crear un sistema íntegro de economía circular. La ventaja de ILIP es que ha cerrado el ciclo de producción de r-PET para tener el control total de la cadena de suministro y del origen del material utilizado.

“Recursos renovables”: desde el PLA hasta los bioplásticos más avanzados, como Mater-Bi de Novamont, ILIP tiene una de las ofertas más amplias de embalajes, platos de usar y tirar y recipientes para gastronomía de materiales alternativos a los polímeros de origen fósil.

“Con nuestro compromiso con la sostenibilidad queremos dar una respuesta al interés del mercado y de los consumidores en este tema – explica Ballini, Director general de ILIP – Siempre hemos adoptado un enfoque integral y objetivo del impacto ambiental de un sector comercial como el agroalimentario en el que el embalaje se considera parte de la solución, y no del problema. Al mismo tiempo, somos pioneros en afrontar el problema de los límites de la materia prima fósil con la introducción del ciclo cerrado del Pet reciclado y el uso de bioplásticos renovables”.

El compromiso de ILIP, que se ha formalizado en el Sustainability Pledge, tiene una larga historia. Desde 2002, la empresa utiliza bioplásticos para fabricar vajilla desechable y embalajes para foodservice, fruta y verdura compostables certificados y conformes con la norma europea EN13432.

En 2010, ILIP apostó por reducir el peso medio de los embalajes para fruta y verdura. El ahorro medio de materia prima en 2018 ascendió a un –9,10%, lo que equivale a reducir más de 3000 toneladas entre PET, r-PET y PP. En 2019 se presentó el proyecto Eco-Design de ILIP, cuyo objetivo es reducir un 1% adicional el gramaje de determinadas líneas de cestas en los próximos 3 años.

Desde 2012, la empresa del grupo ILPA también es miembro de Save Food, la iniciativa de la FAO y de Interpack-Messe Düsseldorf destinada a abordar el tema de la reducción del desperdicio de alimentos, en la que el embalaje desempeña un papel fundamental. A raíz de esto se empezó a investigar la relación entre embalaje y alimentos envasados en colaboración con centros de investigación universitarios con el fin de mejorar las características de los embalajes y de reducir al mínimo su impacto ambiental mientras se aumenta la duración de los alimentos envasados. El resultado principal ha sido “Life+”, el embalaje activo que “prolonga la vida” de productos como frutos pequeños, fresas, tomates cherry y uva.

ILPA también lidera la conquista de la economía circular y se encuentra entre los pocos grupos europeos que han integrado verticalmente el ciclo de r-PET, transformando las botellas posconsumo en embalajes para alimentos nuevos, con garantía de origen y trazabilidad. En la actualidad se reciclan cerca de 30 000 toneladas de PET posconsumo al año, lo que corresponde a la cantidad de botellas de PET consumidas y recuperadas en toda la región de Emilia-Romagna. De esta forma se obtiene una materia prima secundaria que evita la producción de la misma cantidad de PET virgen, lo que en, términos de emisiones de CO2, corresponde a 75 000 000 kg de CO2 aproximadamente. En 2019 también se ha presentado el proyecto ILIP Closed Loop 100% r-PET con el objetivo de fabricar embalajes de r-PET 100% de forma progresiva y exclusiva a la vez que garantiza la trazabilidad de la cadena de suministro que gestiona y controla ILIP.

Los artículos que forman parte de los proyectos Eco-design y 100% r-PET Closed Loop se identifican por las tarjetas en la base de las cestas.